ABRIL 2025. INICIO. En
San Carlos, Telma San José es una mujer que lucha y sale adelante
haciéndose cargo de la pequeña posada que heredó de sus abuelos y
a la que año con año llegan turistas. Sin embargo las ventas han
bajado y ella debe buscar la manera de salir adelante pues parece no
contar con el apoyo de su pareja, Gibrán García, un vividor que se
la vive disfrutando la vida a costa de la esposa y que no la apoya
cuando de trabajo se trata. De esto se ha dado cuenta Sandra Camacho,
la amiga y socia de la mujer, que la alienta para que se deshaga de
él, ya que no les ve futuro y los excesos del hombre han impedido
que la protagonista se embarace y cumpla su sueño de ser madre. Esta
sin embargo ama demasiado al esposo, que tiene una aventura de hace
años con Leslie Tuñón, que tiene un hijo suyo, al que el hombre
intenta acercarse, sin éxito, pues el menor le tiene miedo.
En
Ciudad de México, Alessandro Loreña es un apuesto piloto aviador
casado con Lenar Ardila, una alcohólica indiferente que solo le
reprocha lo que no tienen y la falta de tiempo del hombre, que se la
pasa viajando. Él busca cómo complacerla, sin éxito, pues ella
tiene un entretenimiento irreemplazable que es el casino, donde
conoció a su amante, Saúl, gracias a su cuñado, Alexis, el cual no
tiene buena relación con el piloto debido a una disputa por la
herencia de sus padres que ha alimentado su tía Eduviges (la cual
tiene planes de quedarse con la propiedad) y David Neme, gran amigo
de Alessandro, intenta convencer al hermano de perdonarse pero él se
resiste.
Eduardo,
el padre de Telma, vive insatisfecho por saber a la mayor de sus
hijas lejos de él, por cumplir con la última voluntad de su madre,
de hacerse cargo de una posada en ruinas. Su hermana, la insegura y
triste Nuria, le asegura que la mujer ha sacado adelante la posada,
pero al hombre no solo le atormenta que esté lejos, sino al lado de
Gibrán, al que siempre ha visto como un holgazán y vividor. A la
par le preocupa su hijo Mauro, quien pareciera no tener un rumbo fijo
en la vida y se la pasa entre hippies y desobligados que se presumen
artistas pero no han hecho nada con sus vidas. Nuria asegura
entenderlo, pues ella de igual manera vive preocupada por su hija
natural, Pía, quien es rebelde y no tiene buena relación con ella,
a la que nunca le ha perdonado que no le diga ni el nombre ni el
paradero de su padre.
Leslie
presiona a Gibrán para que deje a Telma y formen una familia al lado
de su hijo, pero él sabe bien que sin la esposa se quedaría sin
nada. Hacen un paseo en familia y son vistos por Sandra, quien les
toma capturas que muestra a Telma, a la que asegura que la pareja le
ha estado viendo la cara por años, seguramente desde que llegaron a
San Carlos. Telma se resiste a creerlo pero la amiga la alienta para
que enfrente al marido, que lo niega todo y le dice que solo acompañó
a una amiga y al hijo de esta. No cuenta con que Sandra da con Leslie
y la presiona para que le diga la verdad, grabándolo todo. Al volver
a la posada y ver que Telma y Gibrán se reconciliaron, se frustra e
intenta hablar con la amiga, mas el hombre la descubre y la amenaza
de gravedad.
Alessandro
descubre que Lenar ha gastado demasiado dinero y al enfrentarla ella
no hace más que reprochar la vida que tiene. Él se preocupa al
verla alcoholizada y le pide que no se deje llevar por el vicio. Ella
sin embargo se sigue viendo con Saúl, al que da dinero que este usa
para comprarse cosas caras, a cambio de darle placer. Por su parte
Alessandro desahoga con David su frustración y este le asegura que
es momento de dejar a su pareja, antes de que sea demasiado tarde. El
piloto sin embargo no tiene el corazón para abandonarla
definitivamente y siente culpa y responsabilidad de su estado.
Mauro
tiene mucha cercanía a su abuela, la ferviente católica Doña
Eugenia Armendares, quien lo apoya en todo y desprecia a su hija
Nuria por ser madre soltera, considerándola una cualquiera que se
enredó con un hombre casado, sin que Eduardo pueda intervenir. A su
vez la mujer presiona al nieto para casarse con Jazmín, que
pertenece a una familia de alcurnia y es el sueño de la abuela, que
no sospecha que el nieto en realidad es homosexual y tiene un
noviazgo con Cristian Correa, un apuesto artista al que conoció en
la universidad y el cual le ha planteado que vivan juntos, llenándolo
de miedo pues teme a que su familia lo rechace, principalmente
Eugenia, que ha prometido a Jazmín que la ayudará a casarse con el
nieto, así sea lo último que haga en la vida. Por otra parte,
Cristian tiene un hermano drogadicto al que ayuda, Vinny, y por quien
su madre Luisa desvive, pidiendo siempre al artista que la apoye con
los gastos que tiene.
Sandra
insiste a Telma que Gibrán la engaña y la amiga, molesta, le exige
que deje de meterse en su vida y mejor se preocupe por la propia,
pues tienen la misma edad y se ha quedado sola. Esto no insulta a
Sandra, que asegura que una mujer no está sola ni se ha perdido de
nada por no tener a un hombre a su lado. Espera que no sea demasiado
tarde cuando la amiga se de cuenta de que el marido tiene con otra lo
que le ha negado a ella. A pesar de esto, Telma en el fondo tiene
miedo a perder su mundo y sufre en soledad. Continúa padeciendo las
ausencias y a veces mal humor del marido, que se niega a encontrar su
propio trabajo, hasta que un día ella decide seguirlo y comprueba
que, en efecto, tiene una familia con otra. Los encara y él pide
perdón a la mujer, a la que promete que se alejará de Leslie y su
hijo, por lo que la pareja lo repudia y se desahoga con Sandra, que
le aconseja que deje San Carlos temporalmente, quedando ella a cargo
de la posada. Sin embargo Telma considera que debe hacer lo que su
padre siempre le aconsejó: Vender la propiedad. Llama a Mauro para
informarle que volverá temporalmente a la ciudad y él entera a la
familia, mas le prepara un lugar en casa de la abuela Eugenia. Al
viajar, Telma y Alessandro se conocen y ambos son presas de un
incidente en el aeropuerto, pues sus maletines se intercambian.
Cuando ella llega a casa de Eugenia, esta le da la bienvenida pero
tras escucharla no hace más que juzgarla por haber puesto los ojos
en un vividor como Gibrán y haber aceptado cumplir con la absurda
voluntad de su madre, a la que ella nunca aceptó por considerarla
una costeña de poca monta. Al contrario de esto, la protagonista
recibe el apoyo de su padre y su tía, que la consuelan en cuanto la
ven. Ella les dice estar confundida, pues no sabe si volver a San
Carlos o no. Descubre que su maletín pertenece al piloto con el que
se cruzó y a su vez Alessandro también se da cuenta, riendo por el
incidente. Decide regresar a casa antes de lo esperado y cual es su
sorpresa cuando descubre a Lenar encamándose con Saúl, que la
fornica con lujuria desmedida que a la mujer hace estallar en
éxtasis. El protagonista solo la felicita por haber encontrado un
reemplazo que le da la felicidad que él no ha podido durante los
siete años que han estado juntos. Hace sus maletas y se marcha a un
hotel, donde se desahoga con David, que lo felicita por lo que ha
hecho y le promete que encontrará a la mujer ideal para él.
Alessandro le cuenta entonces del incidente con Telma en el
aeropuerto y decide que la buscará para devolverle su maletín.
Pía
se ha enredado con Uriel Buitrón, padre de Jazmín y para el cual
ella trabaja por una recomendación de la propia hija, que hizo un
favor a Mauro, que sabe de esta relación y pide a la prima que
recapacite. Ella sin embargo quiere cumplir sus ambiciones y le
recuerda que hace tiempo se comprometió con un canalla que solo la
engañó. Lo cuestiona sobre su relación con Cristian y al discutir
los dos, se dejan llevar e ignoran que Nuria los está escuchando
tras una puerta. La mujer se sorprende y acude a Eugenia, a la que
dice estar preocupada por su hija y su sobrino. La madre la culpa del
comportamiento de Pía, asegurando que la chica es tan cualquiera
como ella, que hizo lo mismo en el pasado, mientras que jura que no
tolerará que el nieto falte a las leyes de Dios y para ello busca a
Thiago y lo amenaza con la intención de que se aleje de Mauro, al
que junto con Eduardo entera de que pedirán la mano de Jazmín y
deben estar preparados. El muchacho se opone lo mismo que su padre,
que dice a Eugenia que los tiempos han cambiado y la gente hoy en día
no se casa, sino experimenta para saber si le conviene seguir al lado
de una persona. La anciana entonces lo entera de que el hijo tiene
que ver con Cristian y le exige que haga algo para volverlo hombre y
darles descendencia. Eduardo deja claro a su madre que él no tiene
sus ideas y apoyará a sus hijos en todas sus decisiones, pues así
se lo prometió a su difunta esposa. La madre lo acusa de ser débil
y desahoga sus frustraciones con Telma, a la que prohíbe que vuelva
a verse con Gibrán y que conozca a otro hombre pues, a su edad, debe
resignarse a que su destino es estar sola y hacerse cargo de ella,
hasta que muera. A la mujer esto no le parece y se contacta con
Sandra, quien le dice que a la posada ha llegado a buscarla un hombre
muy apuesto que tiene su maletín y al que ella personalmente está
atendiendo y mostrando el lugar, con el fin de conquistarlo. Telma
habla con este hombre por video llamada y al enterarlo de que está
temporalmente en la Ciudad de México, él le pide unos días para
verse e intercambiar sus maletines. Luego de esto habla con su prima
Pía, que le pide que regrese a San Carlos antes de que sea tarde,
asegurando que vivir en familia o bajo el yugo de la abuela Eugenia
es un infierno. Salen de noche de chicas y al volver son sorprendidas
por la abuela, que tacha a la nieta menor de ser una inmoral. Se
hacen de palabras, Eugenia la abofetea y Telma interviene para
defender a su prima, asegurando que esta es libre de hacer con su
vida lo que quiera. Nuria, que está presente, le pide que no
intervenga y la sobrina entonces la culpa del desamor de su hija por
negarle la verdad. Al escuchar esto, Eugenia se enciende y pregunta a
Pía si en verdad quiere saber la verdad. A pesar de que Nuria
suplica a su madre que no lo haga, esta le dice a la nieta la crudeza
de su realidad: Es la hija bastarda de un hombre casado que la
despreció desde que la supo en el vientre de su madre y que murió
negándola. La chica les exige que le digan el nombre de su padre y
la abuela se lo dice: Francisco Roldán. La chica sufre y se desahoga
con Uriel, al que pide que le jure que él nunca se burlará de ella.
El hombre la consuela, le promete que no será así, pero considera
que ha llegado el momento de terminar con esa aventura. En casa
cuenta la situación a su ingenua esposa Marcela, la cual cree que
Pía es una simple empleada del hombre y por ello le brinda su ayuda,
que que serán familia pues Jazmín y Mauro se casarán. Y es que
Eugenia la ha convencido de eso y ambas han comenzado con los
preparativos de la boda.
Gibrán
molesta a Sandra y esta es defendida por Alessandro, quien termina
golpeando al otro y lo saca de la posada. Después vuelve a la ciudad y
se encuentra con Telma, para hacer el intercambio de maletines. La
invita a cenar y descubren que tienen demasiado en común, por lo que
quedan en volverse a ver. Luego ella tiene una discusión con
Eugenia, a la que deja claro que ya es una mujer y no necesita de sus
consejos. La abuela amenaza con echarla de su casa y la nieta
sencillamente toma sus cosas y sale a la calle, donde se vuelve a
topar con Alessandro, que le dice que él se aloja en un hotel, al
que la lleva como huésped. Los dos comienzan a tener una amistad que
dentro de poco descubre Lenar, la cual echa en cara a la pareja que
le recrimine el tener un amante cuando él tiene a otra mujer.
Discuten y el protagonista deja claro a la otra que nunca la engañó
y no desea saber más de ella.
Nuria
sufre por el desprecio de su hija y recuerda cómo en el pasado su
gran amor la engañó, pues estaba casado. Llora al recordar cómo
ese hombre rechazó a su hija. Lo maldice y desahoga con Eduardo sus
frustraciones. Él la consuela y asegura que siempre estarán juntos.
Por su parte Pía pide a Uriel que la ayude a realizarse por sí sola
y abandonar a su familia y este le hace ver que carece de ese
carácter. Cuando la chica habla con Mauro y Cristian, estos le hacen
ver que el hombre nunca dejará a su esposa para estar con ella.
Entonces Pía se acerca todavía más a Marcela y Jazmín, a la que
insinúa que su novio es homosexual, alterándola.
Telma
se asusta cuando recibe una llamada de un numero que desconoce y al
contestar se da cuenta de que es Gibrán, el cual le promete que no
se deshará de él tan fácilmente y le exige dinero, pues no tiene
nada. Ella le recomienda que se busque un trabajo y se olvide de
ella, pues no piensa regresar a San Carlos y mucho menos con él.
Saúl
vive con sus padres Francisco e Imelda. Él es un enfermo atormentado
por la culpa y haber perdido su pequeña fabrica, llevando a su
familia a la ruina. Ella, atormentada por saber que el marido nunca
la ha amado como espera, vive entregada a su familia y a consentir a
sus hijos, con los recuerdos de la buena vida que tuvo en el pasado.
Su hijo mayor, Bertin, es un médico que trabaja largas horas en el
hospital donde busca crecer,, a diferencia de su hermano menor, al
que entera que su padre está muy enfermo y por él debe sentar
cabeza. A Saúl poco le importa esto, pues él lo que quiere es
dinero y por ello no se separa de Lenar, quien le pide que, para
demostrarle su amor, de un escarmiento a Alessandro. El amante
sorprende al protagonista por la espalda y junto con unos amigos lo
golpea. Él llega así a casa de Alexis, quien envenenado por su
repugnante tía Columba, le reprocha el meterse en líos y rechaza
que se quede, apoyado por la mujer, a quien el protagonista recuerda
que esa es la casa de sus padres y pasa la noche allí, causando
molestias a sus parientes. Intenta pedir al hermano que sean amigos y
se reconcilien pero este lo rechaza totalmente. Cuando Alessandro
cuenta a David lo que le pasó, este le dice estar convencido de que
Lenar se encuentra detrás del incidente, sobre todo cuando el amigo
le dice haber reconocido a Saúl.
Pía
escucha cuando Eugenia alerta a Marcela que se mantenga alerta de su
marido, pues se ha enterado de que este tiene una amante. La abnegada
esposa sufre en silencio mientras la malvada Eugenia disfruta de la
ponzoña que ha sembrado para entonces ser enfrentada por la nieta,
que le reprocha lo que ha hecho. Se hacen de palabras, la vieja
nuevamente cachetea a la más joven y esta le responde de la misma
manera, asegurando que ella no es como Nuria y no permitirá que le
arruine la vida. Eugenia no puede creer a quién se está
enfrentando. Desquita su coraje con Cristian, al que corre de su casa
cuando este se presenta con Mauro, el cual decide que nunca más
volverá a casa de la anciana y habla con su padre de lo que siente
por su novio. Eduardo lo apoya y busca a Telma, a la que pide que se
instale en su casa y con ella desahoga su preocupación por ella y su
hermano. Luego de unos días cenan todos en familia y hay un roce
entre Nuria y Pía, pues la madre ruega a su hija que termine la
relación que tiene con Uriel y la chica se niega rotundamente. De
nueva cuenta le exige que le diga quién es su padre y la acorrala
tanto que, lleno de furia, Eduardo le dice que él se lo dirá,
contándole cómo ese hombre engañó y humilló a su madre y la
rechazó a ella como hija, pues nunca la quiso y su intención era
que no naciera. Le explica cómo Nuria ha sufrido por su causa,
padeciendo no solo el rechazo de sus propios padres, sino el de la
sociedad, todo para que ella viviera. A Pía esto no le importa y más
tarde se desahoga con Telma, quien le asegura que es injusta y ella,
que anda con un casado, debería comprender cómo Nuria se pudo haber
ilusionado al grado de entregarlo todo. La mujer piensa en
Alessandro y la simpatía que le causa, mas luego piensa en Gibrán y
lamenta el haber estado tan ciega como para creerle. Este último a
su vez se ha instalado en casa de Leslie, quien además de trabajar
debe atenderlos a él y su hijo. Le pide que busque un trabajo mas
este asegura que no hay nada para él y no piensa recibir ordenes de
nadie. Discuten y el desdichado se atreve a abofetearla para luego
salir a emborracharse y al volver obligarla a tener relaciones
íntimas. Ahora Leslie sufre en vez de ser dichosa.
Luisa
presiona a Cristian para que pida dinero a Mauro. El hijo se niega y
descubre que la progenitora usa lo que le da para dárselo a Vinny,
quien sigue consumiendo drogas. Llega el momento en que enfrenta a la
mujer y esta le reprocha ser igual de miserable que su padre, al que
tuvo que abandonar porque no podía obtener de él lo que deseaba.
Esto lleva a Cristian a desahogarse con Mauro, el cual busca a la
familia del novio y les da una gran cantidad de dinero a cambio de
que se olviden de él. Sin embargo los planes de Luisa y Vinny son
otros, pues su ambición ha crecido.
Para
quedarse con la casa de sus sobrinos, Columba tiene un cómplice: El
licenciado Fedor Villalobos, quien le entrega unos documentos que
ambos sobrinos deben firmar. Ella está segura de que será difícil
que Alessandro lo haga, mientras que, con engaños, facilmente
consigue que Alexis se los firme. A este le pide que la ayude a
convencer a Alessandro que firme unos nuevos documentos en los que le
concede la propiedad. El sobrino entonces busca al hermano mayor y le
cuenta lo que quiere hacer. Este rechaza su oferta y entonces la tía
lo encara, callando cuando el hombre le dice tener la sospecha de que
ella se encuentra detrás de todo.
Mauro
descubre que el amante de Pía es Uriel. Después se presenta ante
los Buitrón para anunciar que no tiene un noviazgo y mucho menos un
compromiso con Jazmín, por lo que no se casará con ella. Agusto le
pide que hablen en privado y ante el sufrimiento de su hija intenta
intimidar al joven, que le dice ser homosexual y también saber que
él tiene una amante y que no es otra más que su prima Pía, dejando
ambos las cosas como están. Luego enfrenta a la chica, que defiende
lo que siente por el hombre. Los escucha Nuria, que no piensa
permitir que su hija repita su historia y enfrenta al empresario, al
que amenaza con hablar con su esposa. Este la echa y lleno de
preocupación cita a Pía, a la que reprocha el haber abierto la boca
ante los suyos. Termina toda relación con ella, tanto sentimental
como laboral, por lo que la despide. Ella hace reproches a Nuria, a
la que ofende y humilla, haciéndola llorar. Esta vez Eduardo la
abofetea y le exige que se vaya de su casa si no piensa cambiar de
actitud hacia su madre. La chica intenta pedir ayuda a Jazmín, pero
esta ya se ha ido al extranjero. Sin embargo Marcela le ofrece su
casa temporalmente y la atrevida muchacha acepta, intimidando a
Uriel, con el que busca tener encuentros hasta que logra llevarlo a
su cama para fornicar, sin que la esposa del hombre sospeche nada.
Telma
vuelve a San Carlos e informa a Sandra que ha tomado la decisión de
vender la posada y regresar con su familia. La amiga le ofrece todos
sus ahorros para comprarla. Luego son sorprendidas por Gibrán, quien
desea hablar con Telma y convencerla de que vuelvan. Ella lo rechaza
y lo repudia cuando él le propone quitarle su hijo a Leslie para que
ellos formen la familia que soñaron. Intenta besarla y la mujer lo
abofetea y echa de su presencia. Él se violenta e intenta tomarla
por la fuerza, mas Sandra interviene y lo golpea en la cabeza. Ambas
creen que está muerto y se las ingenian para arrojarlo al mar.
Entonces Telma regresa a Ciudad de México y en el aeropuerto se topa
con Alessandro, quien le dice que tiene un trabajo para ella. La cita
en el hotel donde habita y ella llega y sorprende casi desnudo,
avergonzándose. Finalmente hablan de un trabajo en la pequeña
empresa de David y al notarla nerviosa ella le confiesa creer que ha
matado a su ex. Desahoga todo lo que guarda emocionalmente y en un
momento de debilidad, ambos protagonistas se besan y hacen el amor,
mientras que Lenar aguarda afuera de la habitación del hombre, con
el que intenta comunicarse pero este ya la ha bloqueado en su
teléfono. Aguarda y cuando ve salir a Telma de la habitación, los
maldice a ambos y no da la cara, sino que se marcha a casa, donde
hace una rabieta. Recibe la visita de Saúl, al que pide que se
marche. Este recibe una llamada de Bertin, quien le informa que su
padre se encuentra en el hospital. Acude al lugar y da consuelo a
Francisco, a quien el marido le susurra al oído que de con el
paradero de una mujer antes de que él muera. Esa mujer no es otra
que Nuria.
Fedor
busca a Alessandro y le asegura que los documentos que firmará para
ceder la casa de sus padres a su hermano son auténticos. Le muestra
una copia para que lo lea y cuando el hombre está a nada de firmar,
aparece Lenar para armar un escándalo, impidiéndolo. Por su parte
David busca a Alexis para intentar hacerlo entrar en razón. Ante la
negativa del hombre, lamenta que este no quiera reconciliarse con su
hermano mayor y le asegura que sus padres estaban en la quiebra y no
dejaron nada más que la casa en que vive y que por derecho también
le corresponde a Alessandro. Alexis sin embargo está seguro de que
es mentira, pues Columba lo ha llenado de ideas hasta convencerlo de
que el mayor se quedó con todo el dinero de la herencia.
Gibrán
no ha muerto, se ha perdido en el alcohol y enfurece cuando al llegar
a casa descubre que Leslie ha cambado la cerradura. La mujer no le
abre y llama a la policía, por lo que él huye a la posada, a la que
penetra sin que nadie lo note y cuando Sandra lo descubre, también
llama a la policía, que lo encierra. Sandra habla con Leslie y le
aconseja que, para deshacerse del hombre, se marche lejos y antes de
que este salga del encierro en que se encuentra, o de lo contrario lo
lamentará. Esta así lo hace, llevándose a su hijo en brazos,
decidida a cruzar la frontera para reunirse con familiares.
MAYO 2025. Telma
comienza a trabajar para David y Alessandro aprovecha todo momento
para estar cerca de ella, que se siente atraída a él. Comienzan un
romance que la ilusiona y que comparte con Sandra, quien la pone al
tanto de la triste vida de Gibrán, el cual se la pasa borracho y se
ha quedado sin hogar y sin dinero. A la protagonista poco le importa
lo que atañe a su ex y comparte con Nuria lo feliz que empieza a
ser. Sin embargo la tía entera a Eugenia, quien prohíbe a la nieta
que se enrede con un hombre cuando hay otro esperando por ella en San
Carlos. Discuten respecto a esto y la abuela calla cuando la nieta le
exige que deje de meterse en la vida de todos y querer manejarlos a
su antojo, haciéndola reflexionar que debido a ello se está
quedando sola. Luego acude a buscar a Pía y le pide que vuelva a la
casa, pues todos la extrañan. La chica se resiste pero no tiene más
remedio que hacerlo cuando Marcela la descubre en la cama con su
marido y la saca de allí de las greñas, exigiéndole que se marche
para luego abofetear al infiel, que le pide perdón de rodillas y
asegura que la joven lo engatusó. El regreso de Pía a casa hace
feliz a Nuria, a quien la chica ignora por completo. Se refugia en
Alexis, con el que empieza un romance para olvidar a Uriel, a quien
la esposa no perdona su infidelidad.
Francisco
no puede dar con el paradero de Nuria y se muestra nerviosa ante
Bertin, al que niega la petición que le ha hecho su padre, el cual
pide al médico que lo ayude a sanar un pendiente, revelándole que
tiene una hermana y que hace años engañó a Nuria. El hijo se
sorprende pero sabe que el progenitor morirá por lo que desea
cumplir con su voluntad y por ello se da a la tarea en redes
sociales, sin éxito. Desea enterar a Saúl de todo pero Francisco le
suplica que no lo haga, pues el menor de sus hijos nunca se ha
entendido con su padre y podría haber un conflicto mayor.
Luisa
entra a trabajar como sirvienta en casa de Eugenia y allí descubre
que la mujer es homofóbica y, además, la abuela de Mauro, al que
amenaza con decirle a la mujer que mantiene relaciones nada más y
nada menos que con el hijo de la criada. Para no hacerlo le exige una
nueva cantidad de dinero que el muchacho le da. Esto lo sabe Cristian
cuando el mismo Vinny se lo dice, felicitándolo por haber llevado a
casa una mina de oro. El artista habla con Mauro y cree que deben
terminar su relación antes de que su familia lo vuelva a
extorsionar, mas el novio considera que esto seguirá sucediendo
mientras lo permita, por lo que cree que debe hablar a su familia
sobre sus preferencias.
Alessandro
es acosado por Lenar, quien en todo momento se aparece en el hotel
para pedirle que regrese con ella, que está decidida a darle el hijo
con que siempre soñaron. Él la rechaza y, aconsejado por David,
renta un departamento al que invita a Telma, la cual le aconseja que
recupere la casa de sus padres y hable seriamente con su hermano. Él
la lleva de vuelta a casa, se besan y son vistos por Gibrán, el cual
insulta y amedrenta a la mujer, por quien el aviador responde. Se
reconocen del incidente en la posada, se hacen de palabras y cuando
el alcohólico vuelve a insultar a la protagonista, Alessandro le
suelta un golpe para callarlo. Pronto aparecen Mauro y Eduardo, que
ahuyentan al hombre y dan consuelo a Lena, quien teme a no quitarse
de encima al ex. Alessandro sin embargo le promete que él la
protegerá. Decide hacer caso de sus palabras y vuelve a la que fue
su casa, dejando claro a Alexis que no permitirá más ofensas ni
acusaciones por lo que, si está inconforme y desea irse, lo puede
hacer. El hermano no lo hace, pero desahoga con Pía su inconformidad y
le cuenta sobre Lenar, que se sorprende al saber que el ex ha dejado
el hotel y comienza a rechazar a Saúl, al que solo llama cuando
tiene deseos carnales. Este está enamorado y corresponde a sus
caprichos.
Alexis
conoce a Pía y queda perdidamente enamorado de ella, que insiste en
recuperar a Uriel, por lo que solo ofrece amistad al nuevo conocido,
que le cuenta a Columba sobre la chica, alarmándola. La tía le
asegura que no puede casarse con nadie y menos enamorarse, pues
primero deben conseguir que Alessandro “Les” ceda la casa. Al
escuchar esto, Alexis se intriga y en privado medita sobre el actuar
y proceder de Columba, quien sabe que ha cometido una equivocación y
busca el consejo de Fedor, el cual le dice que no hay nada de qué
preocuparse. Sin embargo el sobrino ha hablado de esto con Pía,
quien le dice estar segura de que su hermano le ha hablado con la
verdad y que en el fondo Columba quiere quedarse con su casa, pues no
tiene a donde más ir. Esto hace que él reflexione y enfrente a la
tía, a la que recomienda que busque donde vivir, pues una vez que la
casa sea completamente suya, la venderá para irse lejos. En
venganza, la mujer corta los frenos del coche del sobrino, jurando
que nunca nadie la echará de la casa que por derecho le pertenece.
Marcela
visita a Eugenia y le habla de sus sospechas acerca de su marido. La
anciana no pierde oportunidad para intrigar contra su nieta y asegura
a la mujer que tiene al enemigo viviendo en su propia casa. La mujer
entonces presta atención a Pía, a la que Uriel rechaza en todo
momento, exigiéndole que salga de su hogar. La muchacha, burlona, le
promete que no lo hará hasta que él decida volver con ella y se
separe de la aburrida Marcela, que intenta investigar si hay algo
entre esos dos, pero no lo logra.
Sandra
se alegra de que Telma haya iniciado un noviazgo con Alessandro y
decide ir a visitar a su amiga en la ciudad. Conoce así al aviador,
que se impresiona con su personalidad y la invita a cenar con ellos.
A la cena acude David, quien se deslumbra por la vivaracha mujer a
la que él no le desagrada. Hablan de los planes de todos y Thelma
los sorprende al decir que no ha decidido si radicará
definitivamente en la ciudad, pues aunque por el momento no se
sentiría segura en San Carlos, tampoco lo está en el lugar en que
se encuentra. Luego Alessandro la lleva a un lugar especial, donde la
besa y le pide que nunca se vaya, pues lo destinaría a perseguirla
por todas partes.
Eugenia
padece las intrigas de Luisa, que le insinúa que su nieto Mauro es
homosexual, por ello la abuela reprocha a Eduardo el no haber tenido
mano dura con sus hijos y dejarlos vivir de acuerdo a los tiempos
modernos, que están llenos de degeneración y pecado. El hombre pide
a la madre que no interfiera y deje de juzgaros tanto a él como a
Nuria, pues son adultos y si se han equivocado, caro lo deben estar
pagando, sobre todo la hermana, que sufre por el rechazo de su hija.
Eugenia sin embargo cree que eso es un castigo divino y se alegra. De
pronto se siente mal y es llevada de emergencia al hospital, pues
está sufriendo un infarto. Curiosamente Bertin se hace cargo de ella
y así conoce a sus familiares, sorprendiéndose al escuchar el
nombre de Nuria. Tras ello, pide a Francisco que se acerque a la
mujer e indague sobre su vida pero a la madre le da temor. Aun así, el hijo la presiona hasta convencerla y al saber que Nuria tuvo una
hija, le pregunta por el padre y se entera que ese hombre jamás se
hizo cargo de ellas. Confirma todo a Bertin, que pone a salvo la vida
de Eugenia y cuando Nuria se lo agradece él le pide que le haga un
favor y lo acompañe a visitar a un enfermo. La mujer se estremece al
ver al moribundo Francisco, que la reconoce y le dice que la ha
estado esperando. Ella sale llorando del lugar y se refugia en casa,
encerrándose en su habitación, donde llora l Telma de recuerdos.
Por su parte Bertin promete que la buscará, pues tras la impresión,
la salud de su padre empeora y sabe que dentro de poco morirá. Así
lo hace y al hablar con ella, los escucha Pía, que desea conocer a
su padre y va al hospital, donde este le revela que en verdad se
burló de su mamá y la dejó a su suerte cuando la supo embarazada,
y no deseaba que ese bebé naciera. Aturdida, la chica busca a Alexis
y le pide que la lleve lejos. Toman carretera rumbo y luego de que
los frenos del auto no responden, sufren un aparatoso accidente en el
que él pierde la vida y ella queda herida de gravedad.
Lenar
busca a Telma para hablarle mal de Alessandro, recomendándole que se
aleje de él antes de que sea tarde. Para su sorpresa, la
protagonista le dice estar al tanto de lo que el hombre vivió con su
ex, a la que pide que sea ella quien lo deje en paz y acepte que no
le perdonará su infidelidad. Lenar se exalta y ofende a su rival,
que sabe defenderse, por lo que está a nada de abofetearla pero
aparece David y la detiene, echándola.
Nuria
se alarma al saber que su hija ha tenido un accidente y acude al
hospital con Eduardo y Mauro, que ha conocido a Bertin y lo pone al
tanto de lo que sucede. Este le cuenta a su madre lo ocurrido y la
mujer solo espera que Pía muera para que Nuria sufra, ya que la ha
odiado toda su vida aun sin conocerla. El destino logra esto cuando
Nuria aparece ante la familia, a la que pide hablar con Francisco, al
que culpa de todo lo que ha sufrido y le desea que aun después de
muerto pague por lo que les ha hecho a ella y su hija. El muere
intentando pedirle perdón, el cual la mujer no le concede. Aparece
la familia del hombre y tanto Saúl como Imelda la corren, culpándola
del fallecimiento. Bertin les deja claro a ambos que esa mujer no ha
sido la responsable y recuerda a su madre el daño que Francisco les
hizo a ambas. Al saber que tiene una media hermana y que la familia
de esta tuvo dinero hace años, Saúl planea sacar provecho.
Alessandro
llora la muerte de su hermano y la tía Columba se vale de esto para
pedirle que firme los documentos que nombraban al difunto como único
dueño de la propiedad. E doliente enfurece y le revela saber que
ella siempre se encontró detrás del distanciamiento de su hermano y
que todo lo hizo justamente para quedarse con la casa, porque ella no
tiene más lugar al cual ir. Le hace ver que con la muerte de Alexis
se ha quedado sin nadie en el mundo. Le pide los papeles, para
firmarlos, pero David le hace reflexionar y le asegura que, si la tía
solo quería eso y para ello los separó a él y su hermano, entonces
le de un escarmiento y la deje sin nada. Ella recurre a Fedor, el
cual le dice que no hay más qué hacer y que sin la firma de su
sobrino no podrá poseer la casa por la que tanto ha peleado. Llena
de furia, Columba cambia las chapas y llaves que dan acceso a la
vieja casona y jura que nadie la sacará de ese lugar, nunca.
Luisa
impulsa a Vinny para que se le insinúe a Mauro y tenga sexo con él
a cambio de dinero. El hijo así lo hace y el otro lo rechaza cuando
Cristian ve al hermano desnudo frente a su novio, que le cuenta lo
que sucede. Los hermanos discuten y ante el intento fallido Vinny
aconseja a Luisa que roben en casa de Eugenia, pues vendiendo sus
joyas y otros artículos de valor pueden hacerse de dinero. La
sirvienta comete el primer atraco y da a su hijo lo robado. Este
cambia todo por una fuerte dosis de droga que lo pierde durante días,
por lo que la madre pide a Cristian que lo ayude a encontrarlo. Este
y Mauro hacen lo posible hasta que lo encuentran en una calle. Sin
decirle nada a la mujer, lo refunden en una granja para que reciba
ayuda. Hablan de su amor y cómo Mauro no desea herir a su familia con
sus preferencias. El novio le asegura que la única verdad es que no
quiere decepcionar a la abuela Eugenia, misma a quien Luisa sigue
robando hasta descubrir poro medio de unas cartas que Nuria no es
hija del marido de la mujer, sino del que fuera su amante. Comienza a
mandarle anónimos, exigiendo que le transfiera dinero a una tarjeta.
La anciana debe hacerlo incluso valiéndose de la ayuda de la misma
Luisa para hacerlo. Este pesar no evita que la anciana continúe
intrigando contra su nieta y Uriel ante Marcela, que luego de hablar
con Nuria pide a la anciana que no la visite mas, pues finalmente
podría ser su madre y ella necesita amigas de su edad. Indignada,
Eugenia la insulta y le asegura que se merece lo que le sucedió por
no ser más que una pobre estúpida, incapaz de retener a un hombre,
cosa que su nieta seguramente hará. Calla cuando la ahora enemiga le
dice creer que así será, pues lo que ella tiene de estúpida su
nieta lo tiene de piruja.
Lenar
exige a Telma que se aleje de Alessandro, mucho más ahora que sabe
que debido a su sobrina murió Alexis. Invadida por la culpa y la
duda, Telma se escuda en su familia y Sandra y David le dan apoyo,
asegurando que el protagonista la ama más allá de lo que sucedió,
pero lo cierto es que este, confundido, ante la ausencia de su amada
y envuelto por las mentiras y patrañas de Lenar, que cree que puede
valerse del deceso de Alexis para recuperarlo, piensa que la
enamorada se ha mostrado fría ante la situación.
Saúl
busca a Pía y le dice ser su hermano. Ella lo rechaza totalmente
pero él insiste en que deben hablar, revelando que él también ha
sufrido a causa de su padre y la madre de ella, que jamás dejó de
atormentarlos. Le cuenta mentiras con tal de volverse su amigo, pero
los escucha Nuria, la cual aparece para asegurar que todo es mentira.
El joven entonces les exige dinero, pues su familia se ha quedado sin
anda por los servicios fúnebres de su padre. Nora se limita a darle
lo que trae en su bolso y él lo rechaza, asegurando que eso es una
miseria. Aparece entonces Eugenia, quien al percatarse de lo que
pasa, pone en su lugar al muchacho y le advierte que si se vuelve a
acercar a su nieta, a su hija o a cualquier miembro de su familia, no
tendrá con él la piedad que tuvo con el infeliz de su padre, que no
era más que un poco hombre que crió hijos iguales a él. Saúl se
marcha, maldiciendo a las mujeres, y jura que se vengará por la
humillación.
Gibrán
aparece ante Telma y le suplica que vuelvan, armando tremendo
quilombo en casa del padre de la mujer, que lo echa con pistola en
mano. Este sin embargo vigila sigilosamente a la protagonista, que
después de unos días tiene un reencuentro con Alessandro, que se
muestra indiferente ante ella pues cree que lo dejó solo en el peor
de los momentos. Los sorprende el ex de la mujer, que la señala como
una cualquiera y ofende también al protagonista. Se hacen de
palabras, riñen, y cuando Gibrán apuñala a Alessandro, sale
corriendo y se tropieza en la calle. Es arrollado por un camión de
carga que lo mata, mientras Telma acude abordo de una ambulancia al
hospital, acompañando a su amado, que se debate entre la vida y la
muerte. Al enterarse , Lenar acude a echarla pero esta vez interviene
David, que pide a la mujer que se marche pues sabe que el
protagonista no quiere saber de ella. Lenar se impone y, para evitar
conflictos, Telma se va y cuando el protagonista vuelve en sí, es la
otra la que está a su lado.
MESES
DESPUÉS: Telma ha vuelto a San Carlos, dejando atrás todo lo
vivido. Ha vendido la pensión a Sandra y la acompaña Pía, a quien
ambas aconsejan que pida perdón a Nuria, ahora que sabe que esta fue
presa del engaño de Francisco. La muchacha rechaza todo contacto con
Bertin, que desea acercarse a ella a pesar de Imelda y Saúl, que
rechazan a la muchacha por ser la bastarda del difunto. Aunque además
de esto, el menor de los hermanos planea dar una sorpresa a la
familia San José, pues aun no se le olvida la manera en que Eugenia,
Nuria y Pía lo humillaron. Por su parte a la chica solo le importa
su propio bienestar y se siente responsable de la muerte de Alexis y
se desahoga con Mauro y Cristian, quienes le dicen que han llegado a
San Carlos con una sorpresa para ella. La llevan a la playa, donde la
chica tiene un reencuentro con Uriel, el cual le dice que ha
comenzado los trámites de su divorcio. Le propone que comiencen una
vida juntos y ella acepta. Entonces el hombre le aconseja que haga
las paces con su madre y también busque a Alessandro, el cual está
lleno de dudas respecto a la muerte de Alexis. La muchacha vuelve a
la ciudad y busca al hombre, que ha regresado a vivir al lado de
Lenar. Le dice sentirse responsable de la muerte de Alexis y también
que su tía Telma desapareció porque Lenar así se lo exigió luego
del deceso de Alexis, y que está refugiada en la posada de San
Carlos. Le cuenta como el auto de su hermano de pronto se quedó sin
frenos y que este había discutido con la tía Columba sobre su casa,
pues al parecer había descubierto que la mujer deseaba quedarse con
la propiedad. Esto alerta a Alessandro, el cual ata cabos junto con
David y decide buscar a la tía, descubriendo así que la casona ha
cambiado de chapas y no puede acceder por ningún lugar. Toca con
insistencia y aparece Fedor, quien le asegura que jamás volverá a
entrar pues esa casa ahora le pertenece a su tía. Harto de las
circunstancias, Alessandro pide al licenciado que de un mensaje a su
pariente: Él sabe cuales eran sus intenciones y por qué lo alejó
de su hermano, así como sabe que ella se encuentra detrás de la
muerte de este. La asustada Columba, que lo ha escuchado todo desde
el interior, maldice su suerte y habla con su amigo y cómplice,
quien al saber que ella es responsable de la muerte de su sobrino, se
despide para siempre y le pide que nunca más lo vuelva a buscar.
Cristian
entera a Luisa de que Vinny se encuentra en una granja para adictos y la
madre acude a intentar sacarlo, pero no se le permite. Abofetea a
Cristian, al que exige que desaparezca de su vida, pues lo desconoce
como hijo. La mujer pide ayuda a Eugenia, quien se la niega, por lo
que la sirvienta amenaza con decir la verdad a su familia sobre su
engaño. La mujer la reta a que lo haga y cuando Luisa está por
extorsionarla nuevamente, es descubierta por Cristian, que la frena y
encara para luego descubrir que ha estado robando a Eugenia. Le quita
todo y se lo entrega a Mauro, que se las lleva a la anciana, la cual
al saber que la criada le robó, le tiende una trampa y hace que la
arresten. Cristian suplica a la vieja que retire la denuncia pues él
le pagará lo que le hace falta, pero esta le asegura que su madre
necesita un castigo y hace que la refundan en la cárcel, donde la
ratera se niega a ver a su hijo homosexual, que sufre y se refugia en
Mauro.
Eugenia no deja de atormentar a la sufrida Nuria,
que le suplica que no le haga más daño pues no hay día que no se
arrepienta de haber amado a Francisco, sin importarle que este fuera
un hombre casado. La madre le asegura que su hija está siguiendo los
mismos pasos y lamenta tener una hija y una nieta pirujas. Se
sorprenden cuando aparece Pía y le pone un alto a sus insultos,
exigiéndole que desaparezca de sus vidas, pues lo único que hace es
amargárselas. Entonces pide perdón a Nuria, a la que dice
comprender ahora y estar decidida a reparar todo el daño que le
hizo. La abraza, haciéndola muy feliz. Aparece el resto de la
familia para apoyar el momento que incluso enternece a la cruel
abuela, que se marcha a llorar a solas y ante una imagen religiosa
confiesa no saber cómo acercarse a su hija y su nieta, las cuales
aparecen para abrazarla y proponerle que empiecen de nuevo y estén
unidas. Eduardo se alegra de que las mujeres de su familia por fin
estén juntas y pide a Mauro que ellos hagan lo mismo, aceptando que
el muchacho se case con Cristian, al que da la bienvenida a la
familia, cosa que no hace feliz a Eugenia, quien se sigue mostrando
renuente y revela a su hijo no estar preparada para aceptar gente o
situaciones que van contra las leyes de Dios. Sin embargo hace un
esfuerzo y hace feliz a su nieto. Toda la familia viaja a San Carlos
para pedir a Telma que vuelva a la ciudad. Pronto aparece Alessandro,
quien ha quedado libre y de rodillas le pide perdón y de paso que
sea su esposa, poniéndole un anillo que la hace muy feliz, por lo
que acepta.
Alessandro
enfrenta a Lenar y le reprocha lo que hizo. Ella insiste que Lena
solo deseaba separarlos y él le recuerda que la descubrió con su
amante, mismo al que la mujer ha estado evadiendo. Amenaza al
protagonista con matarse si la deja y él le asegura que no será
responsable de lo que decida, por lo que puede hacer lo que quiera.
Sale del departamento, ella lo sigue y de rodillas se aferra a él
mientras que a lo lejos los ve Saúl, el cual se acerca a ella cuando
Alessandro se marcha. La mujer le pide que se marche, pues no quiere
saber más de él. El muchacho sin embargo se muestra gentil y la
ayuda a volver a casa, donde la toma de los cabellos, la maltrata y
la viola. Se marcha y ella se hace daño a sí misma. Llama a la
policía para acusar a Alessandro de haber intentado asesinarla, por
lo que el hombre es atrapado en el aeropuerto y enviado a la cárcel.
Al enterarse, David acude a ayudarlo, contratando a un abogado de
prestigio que busca a Lenar para entrevistarse con ella mas se
descubre que esta ha abandonado su departamento. Comienzan a
investigar sin darse cuenta de que la mujer ahora vive en la casa de
Alessandro y Alexis, y es justamente Saúl quien le lleva alimentos y
la mantiene enterada de lo que sucede.
En la granja, Vinny conoce a Yahír, un apuesto chico con quien tiene simpatía y con el que
despierta algo inesperado. Al salir de la granja, Cristian le da la
bienvenida para luego enterarlo de la estancia de su madre en
prisión. La visita y cuando Luisa le pide que se vengue de Eugenia
por haberla refundido en la cárcel, este se niega y la culpa de
haberlo inducido a las drogas para manejarlo y por haber intentado
valerse de la homosexualidad de Cristian para sacar provecho. Le
revela que él también es homosexual y que encontró el amor en
Yahír, por el que esperará pues desean estar juntos. Ella se ríe
de él, que la señala como una mala madre y se despide de ella para
siempre. Luego entera al hermano y Mauro que emigrará al norte del
país para buscar suerte y a donde su amado Yahír lo seguirá. Luego
de esto Mauro y Cristian se casan y la ceremonia invade de amor a
todos los presentes. Es aquí que Pía recibe con emoción a Uriel y
lo presenta como su pareja, lo que incomoda a Eugenia, a quien Nuria
que tiene buena relación con Pía, contiene y da bienvenida al
hombre, que se siente incómodo pero pronto se hace sentir en
confianza.
Marcela
se ha quedado sola y Jazmín vuelve del extranjero para estar con
ella, que se siente enferma. Acuden al hospital y la chica conoce a
Bertin, con el cual simpatiza, por lo que acepta su invitación para
salir. Él se siente ilusionado y Francisco espera que por fin el
muchacho haya encontrado al amor de su vida. Pide a Saúl que este
también le de ese gusto, pero el chico, obsesionado con Lenar,
intenta hacerla suya nuevamente sin tener éxito, hasta desesperar e
intentar violarla nuevamente. Forcejean y ella lo golpea en la cabeza
con un martillo, matándolo. Se da a la fuga y el muchacho se reporta
como desaparecido luego de un par de días y es justo Alessandro
quien descubre su cadáver y lo reconoce como el amante de Lenar,
por lo que pone al tanto a las autoridades, convencido de que la ex
estuvo en su propiedad. La mujer se esconde al saber que es buscada
por las autoridades y jura que el protagonista será solo para ella.
Imelda
sufre por la muerte de Saúl y maldice a Lenar, esperando que esté
ardiendo en el infierno. Tiene el apoyo de Bertin, que se ha
refugiado en el cariño de Jazmín, a la que pide que sea su novia.
Ella acepta y ambos intentan hacer feliz a la madre, que no deja de
llevar flores a la tumba de su hijo.
Luisa
se las ingenia para comunicarse con Nuria, a la que entera de su
identidad, haciéndola sufrir. Esta pide a Eugenia que le diga la
verdad y la madre le jura por su vida que la criada miente para
vengarse por haberla denunciado. Le suplica a la hija que no crea en
tales mentiras y luego va a la cárcel a hacer una visita a su ex
empleada, a la que da dinero y advierte que ese será el último
trato entre ambas. Y así es, pues la vieja ha pagado a otras
reclusas para que la golpeen vilmente y le entreguen un mensaje: La
próxima vez que se meta con su familia, morirá. Las criminales
también le arrebatan el dinero que se le entregó y Luisa llora, en
medio del dolor y la soledad.
Alessandro
se enfrenta a la tía Columba, quien se niega a salir de la casona de
su sobrino a pesar de que ha recibido una orden. Decidida a todo, la
mujer le grita cuanto los odió a él, su hermano y su padre por
arrebatarle lo que siempre fue suyo, razón por la que a ambos los
mató. Jura que nadie la sacará de la casona. Incendia el lugar y
muere entre las llamas, sin que la intervención de la policía y los
bomberos lo puedan evitar. Esto hace sufrir al sobrino, que apoyado
por sus amigos remodela el lugar y lo vende para poner fin al pasado.
También vende el departamento que una vez compartió con Lenar.
Compra una casa nueva en la que espera ser feliz al lado de Telma, la
cual ha resultado ser muy buena pata atraer mayor número de clientes
a la empresa de David. Deciden casarse en San Carlos, rodeados de sus
seres queridos. Luego de una ceremonia en el mar, festejan en una
recepción llena de alegría que se ensombrece cuando Lenar aparece apuntando con un arma de fuego a los novios y asegura que, si
el hombre no es para ella, no será para nadie. Se escuchan ruidos de
sirenas, la policía se aproxima, pero la villana dispara el arma,
estremeciendo a todos los presentes. Anonadada por lo que ha hecho,
suelta el arma y grita, desesperada y jura que no quería hacerlo. Al
percatarse de que la policía se acerca, comienza a correr, huyendo,
mientras que Telma y Alessandro se miran fijamente, para entonces
abrazarse al darse cuenta de que están a salvo. Sin embargo un grito
desgarrador de Eugenia anuncia la tragedia: Eduardo recibió los
disparos y muere conmocionando a todos, no sin antes pedir a sus
hijos que siempre se mantengan unidos y busquen su felicidad.
La
policía persigue a Lenar, que intenta huir y aborda un yate que ha
arrancado. La gente abordo se intranquiliza, la policía se acerca y
entonces ella amenaza al capitán, que le sigue el juego pero hace
que la nave se detenga y finge que no da marcha. La mujer finalmente
es arrestada pero al ir abordo de la lancha policial, se echa al mar
y se hunde. Intenta escapar, pero de nueva cuenta la detienen. Cuando
llega a tierra se las ingenia para tomar un arma de otro policía y
disparar, por lo que agentes policiales le disparan y finalmente
muere.
Luego
de una misa, los San José arrojan la mar las cenizas de Eduardo, que
con su partida ha hecho que Eugenia enferme al paso de los días,
quedando al cuidado de Nuria, a quien la madre trata como una criada.
Por su parte Pía se refugia en Uriel, el cual ha hecho las paces con
Jazmín pero no con Marcela, quien se niega a verlo. La hija, aunque
lo ha perdonado, le pide que no intente que ella y Pía puedan ser
amigas y le presenta a Bertin, con quien el empresario simpatiza y al
cual suplica que cuide bien de su tesoro.
Al
paso del tiempo las vidas de todos vuelven a ser las mismas. Ahora
todo es felicidad y abundancia para quienes hicieron el bien. Tanto
Pía como Nuria y Eugenia se han vuelto unidas y la muchacha descubre
que está embarazada, por lo que se casa con Uriel. A su boda acuden
Jazmín y Bertin, quienes le desean lo mejor. La chica abraza al
médico y le propone que comiencen a tratarse como hermanos.
Sandra
radica en la ciudad pero se hace cargo de la posada desde la
distancia, gracias a la tecnología. Vive en unión libre con David,
con el cual no pierde el tiempo ni el momento para hacer el amor sin
el menor pudor.
Telma
y Alessandro visitan la casona en la que él creció y le hacen un
recorrido para luego entregar las llaves a sus nuevos dueños. Acuden
al cementerio a llevar flores a sus muertos y allí prometen que
estarán juntos para siempre, sin que nada pueda separarlos, pues
ante todas las adversidades han superado todo estando cara a cara,
frente al destino.
FIN